05 de Mayo del 2020
La
industria petrolera nos ha enseñado a la sociedad venezolana, que su
desarrollo de más de 100 años de historia, ha generado ingentes
flujos de divisas, producto de la RENTA de su producción y
comercialización, los cuales fueron administrados de manera
INEFICIENTE, IRRESPONSABLE e INFECUNDA.
Desde
la explotación del pozo Zumaque I de Mene Grande, del Estado Zulia,
siendo este, el primer pozo productor de petróleo en territorio
venezolano en 1914, hasta el desarrollo del campo costa afuera Perla
en 2015 en la península de Paraguaná del estado Falcón. Son 100
años, de contar con una base de recursos financieros utilizados para
crear un estado rico y poderoso, que se diferencia y distingue de una
nación pobre y atrasada.
El
balance de el estado como administrador de la riqueza petrolera es
simplemente NEGATIVO, no existe otra apreciación en el sentido y
dirección de lograr los objetivos fundamentales de la nación (1):
a.
Desarrollar una economía productiva que fortalezca el signo
monetario
c.
Crear excedentes financieros ( Ahorros ) para amortiguar los ciclos
económicos de recesión
d.
Consolidar el bienestar de los ciudadanos en libertad y paz.
e.
Proteger y enaltecer el trabajo y la seguridad social
f.
Garantizar los derechos individuales y sociales
g.
Sustentar el orden democrático
h.
Acrecentar el patrimonio moral de la nación a partir de una
educación extendida y de calidad.
En
cada una de estas áreas de dimensión moral, política, económica y
social la evaluación de resultados es deficiente para lo
correspondiente a la nación. Por el contrario, la centralización de
la administración de la renta en manos del estado, ha devenido en el
desarrollo de corrupción, populismo, privilegios no ganados,
nepotismo, estafas laborales, estafas patrimoniales, diplomacia
despilfarradora e incluso en años recientes como instrumento adverso
al orden democrático.
Programa Primer Plano 1997 (6)
En
el transcurso de los últimos 100 años, la renta petrolera ha sido
manejada de manera CENTRALIZADA por diversos regímenes políticos:
dictaduras unos y demócratas otros, y los resultados no difieren en
su déficit de fraternidad. Solo un pequeño grupo de allegados al
poder, logra obtener los mayores beneficios económicos de la riqueza
petrolera, en desmedro de una mayoría que transita su destino por un
país, no solo arruinado en sus bases económicas, sino deficitario
cada vez mas en sus bases morales.
Existen
3 fuentes de recursos financieros, derivados del desarrollo de la
actividad de explotación petrolera, los cuales representan los
intereses de los actores que participan en el sector, a saber :
1,
La regalía minera: Es una contraprestación económica establecida
por ley, mediante la cuál los titulares (también concesionarios) de
concesiones mineras están obligados a pagar mensualmente al dueño
del recurso por su explotación. En este caso el petroleo. Su
determinación es un porcentaje de la producción de la mina. La ley
de Hidrocarburos del 2006 (2) establece en su artículo 44 un 30% de
la producción. Para el explotador del yacimiento representa un
costo, que afectara su decisión de inversiones futuras.
Es
fundamental aclarar que la regalía se incrementa en su valor
absoluto, solo en la medida en que la relación entre el precio y la
producción sea incrementada. Es decir esta directamente relacionada
a los ingresos de la explotación de los yacimientos.
2.
La utilidad financiera: Es la diferencia entre egresos o gastos
incurridos e ingresos por las ventas de la actividad petrolera. La
utilidad es lo que obtenemos al restar todos los costos y gastos de
los ingresos, representa el beneficio o ganancia que se obtiene.
Esta, debe compensar las inversiones en maquinarias, planta y equipos
efectuadas para el desarrollo de la actividad.
La
utilidad financiera tendrá como objetivo, compensar a los
propietarios del capital, en forma de dividendos, así como, fuente
de reinversión para futuros reemplazos de equipos y/o maquinaria.
3.
El impuesto sobre la Renta: Es un tributo o pago obligatorio a las
autoridades que grava sobre la utilidad obtenida por parte de los
contribuyentes, pagado por las empresas jurídicas, en este caso
particular, la empresa del estado o las empresas privadas dedicadas a
la explotación petrolera. A lo largo de un año fiscal. Este
impuesto está destinado al financiamiento del gasto público del
estado. Para el caso de las actividades petroleras la ley de impuesto
sobre la renta establece el 50%.
Se
nos presenta así hoy, la oportunidad de transformar los cimientos de
la sociedad venezolana, a partir de una nueva ley de hidrocarburos,
que modifique estructuralmente las relaciones de administración de
la renta que ha caracterizado su industria petrolera. Se requiere
modificar las relaciones de Estado – Lo Publico – Lo Privado.
Existen
tres formas de calificar la propiedad de las empresas y de los
recursos naturales que definen las relaciones e intereses de la
industria petrolera : (3):
1)
Empresas del Estado: Son aquellas empresas en las cuales el estado
tiene, directamente, la mayoría de su capital y, por lo tanto, toma
las decisiones gerenciales, tanto en la estructura de su capital como
en la distribución de sus beneficios ( Utilidades)
2)
Recursos Públicos (Nacionales): Son aquellos que, por su origen y
distribución geográfica pertenecen a todos los venezolanos, dentro
de esta categoría, por su puesto caen los yacimientos de petróleo y
gas nacional. De su explotación normalmente se grava una REGALIA o
impuesto de explotación. La cual le corresponde a cada venezolano.
3)
Empresas Privadas: Aquellas
donde el sector privado, nacional o extranjero, es dueño del
capital, y ,dentro de un marco legal establecido, es dueño de las
decisiones administrativas, que incluyen las inherentes al destino de
sus UTILIDADES
y beneficios económicos.
Al
día de hoy, la industria petrolera la podemos caracterizar por el
desarrollo económico de un recurso (el petroleo) Público (le
pertenece a todos los venezolanos),
el cual esta siendo explotado por una empresa del Estado : Petróleos
de Venezuela S.A ( PDVSA).
En
los últimos 100 años Venezuela solo
hay un elemento que no ha
cambiado en la configuración de la explotación de los yacimientos
petrolero: El estado se abroga la administración
de la REGALIA o impuesto de explotación de los
yacimientos petrolíferos, la cual, como referimos
anteriormente, pertenece a todos y cada uno de los
venezolanos.
A
partir de 1975, la élite
política
decidió
que solo a través
del estado se podría
explotar los yacimientos petrolíferas, y procedió a confiscar los
activos de 14 empresas de capital privado internacional y 3 empresas
de capital privado nacional,
para ser administrado inicialmente por el mismo numero de empresas
estadales y finalmente converger en una (1) empresa estadal: PDVSA
petroleo y Gas. Con ello se apropió
de la UTILIDAD financiera que
generaban las empresas privadas,
producto de la explotación de los hidrocarburos. Pero igualmente se
apropió,
de la necesidad de las
inversiones intensivas
que demanda la industria,
para su crecimiento.
Esta
adquisición del estado venezolano en 1975 de los activos de la
industria petrolera, produjo que el 80% de la inversión bruta de
capital fijo del país, quedara en manos del estado, y el restante
20% en manos del sector privado. Esta relación no volvió a
reconfigurarse y a la postre, llego a encontrarse en condición
de minusvalía
en proporción
al estado.
Figura Nº 1. Capital privado y público: Venezuela 1920-2005
Esta
condición de SUPREMACIA estadal, representada por el
manejo de una industria que genera
más del 95% de las divisas que entran en la economía, producto
de las exportaciones de petroleo y sus derivados, trastocó
las relaciones de influencia del estado sobre los demás
actores del sistema político del país (Empresas privadas,
universidades, iglesias,
medios
de Comunicación,
ONGs, gremios profesionales,
fuerzas armadas y los partidos políticos de oposición). Los cuales
se encuentran bajo una relación de servidumbre y/o vasallaje. (4)
Ninguna actividad productiva formal va a invertir capital privado
nacional y menos el internacional, en un territorio donde el estado,
por su condición de primacía o preeminencia económica, desarrolla
políticas de control de precio, control monetario, control
arancelario etc. adversas al espíritu de la libre competencia.
El
estado bajo la condición de SUPREMACÍA, dejó
de interesarle y preocuparle el
fomento de la empresa privada, que satisfaga las necesidades del
mercado de productos y servicios de la población, por el contrario,
el
estado busca
el desarrollo de las IMPORTACIONES, las cuales derivan en una fuente
de corrupción
de las divisas petroleras. Igualmente,
se inventan programas de
asistencia social no sustentables operacionalmente, y
mucho menos financieramente.
Por
las razones antes expuestas,
proponemos que la administración de la REGALÍA que le pertenecen a
cada venezolano, así como
el impuesto sobre la renta de
la industria petrolera, sea
manejado por un FONDO DE AHORRO de capitalización
petrolera, tomando como referencia de esta iniciativa a
Noruega. Cuyo fondo
petrolero representa un 1%
de la capitalización bursátil mundial, representa un 183% del PIB
del país, y se ha fijado como objetivo alcanzar el 220% en 2030. (5)
Si
el estado quiere con su incompetencia administrativa, explotar
directamente y de manera independiente y exclusiva los yacimientos
petroleros, que lo haga (1975
con PDVSA). Por otra parte,
si por razones de falta de recursos fiscales para invertir y hacer
crecer la producción petrolera,
decide hacer empresas mixtas y/o asociarse con capital privado, que
lo haga (1993 con la
Apertura Petrolera). Y
finalmente, si luego de su destrucción financiera y abandono de los
activos, decide concesionar y emitir licencias para que el sector
privado sea quien explote los yacimientos directamente, de
manera independiente, que lo
haga (2020 con la nueva ley
de Hidrocarburos).
Pero
en cualquiera de los tres casos, la REGALÍA o impuesto de
explotación,
y el impuesto sobre la renta
de la industria petrolera debe ser AHORRADA y no DESPILFARRADO por el
monarca de turno y su
camarilla, corro o facción
de aduladores rentisticos.
Su administración debe
servir de instrumento para
atacar el
SOBREDIMENSIONAMIENTO del estado.
El cual, como
consecuencia de su necesidad de recursos fiscales procederá por
simple gravedad a privatizar las miles de empresas, expropiadas
muchas y a preparar un plan de re-estructuración del estado acorde a
sus ingresos fiscales producto de la renta de las actividades
productivas y comerciales.
Hoy,
se requieren hacer en Venezuela las transformaciones políticas de
largo aliento en materia petrolera, ya que producto
del CAMBIO CLIMÁTICO a la industria petrolera mundial
le queda de vida, un ultimo
ciclo de 30 a 40 años de demanda, es un
ultimo chance de SEMBRAR el
petroleo que nos queda, en un fondo de ahorro intergeneracional.
Cualquier otra propuesta
política, es simplemente más de lo mismo.
Solo adecentado la política, Venezuela saldrá adelante.
@RobnyJauregui
(1)
Constitución de la República de Venezuela
(1961). Preámbulo Recuperado de
http://americo.usal.es/oir/legislatina/normasyreglamentos/constituciones/Venezuela1961.pdf
(2)
PDVSA (2006)
Ley Orgánica de hidrocarburos
Recuperado
de
http://www.pdvsa.com/images/pdf/marcolegal/LEY_ORGANICA_DE_HIDROCARBUROS.pdf
(3)
Quiros C, Alberto (1996)
Réquiem para un proceso.
Pag. 14
(4) Baptista, Asdrubal (2007) Bases del poder en Venezuela
recuperado de
https://www.gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC2007697_303-305.pdf
(5) Acosta, Alexia (2019) El petróleo y la buena gestión
convierten a todos los noruegos en millonarios Recuperado
de:
http://www.teinteresa.es/dinero/petroleo-gestion-convierten-noruegos-millonarios_0_1063695070.html
(6) Primer Plano (1996) Entrevista a Arturo Uslar Pietri Recuperado
de https://www.youtube.com/watch?v=VKDm_r9F-zI
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